Improvisando damos paso a nuestro mundo interior - Flor Moreno


ARTE | CULTURA


Seminario de improvisación

Dirigido por Marcelo Mosenson



La nada es ese espacio donde se puede crear a través de silencios.
Que difícil es sostener ésta afirmación sin tener que plantearnos la duda existencial sobre a qué nos referimos cuando hablamos de la nada.Milenios de pensamientos y pensadores que se debaten entre el ser y la nada, ¿es posible crear de la nada? ¿y el silencio? ¿es posible permanecer completamente en silencio? Silenciar nuestros pensamientos ¿para crear no los necesitamos?... Son solo preguntas que me hago, realmente a mí personalmente me cuesta mucho silenciar mis pensamientos, y no sé si la nada tiene entidad más allá de nuestros pensamientos o es simplemente una creación más de nuestra mente.
Decir sin palabras: expresar con el cuerpo, no decir todo lo que está pasando.
Estoy pensando en el teatro, estoy pensando en el cine concretamente,que es muy diferente al mundo de la música, dónde sí es posible dejarse atravesar por ella y plasmarla en el cuerpo, pero el mensaje lo transmitís esencialmente con la voz o el instrumento. Dejar hablar al cuerpo es todo un desafío para el artista, porque aprender a silenciar la voz y decir todo lo que nos atraviesa emocionalmente ante el otro, sin palabras nos obliga a conectarnos con ese otro cuerpo que habla, sintonizar emociones es un desafío muy grande, sobre todo en ésta sociedad donde nos cuesta muchísimo escuchar, comunicarnos realmente, crear lazos.  
  
 No pensar las respuestas, contestar desde nuestro yo.Los tiempos que nos impiden improvisar: respiración (inspiración),usar conectores como “Y…” Los reiterados “Ehhhh”

En la vida cotidiana cuando nos vemos acorralados por situaciones o preguntas que nos incomodan, tendemos a evadirnos, a evitar el conflicto, sin pensar que muchas veces evitarlo termina por agravarlos. Sí nos piden una respuesta buscamos el modo de darnos el tiempo para pensar la respuesta, aparecen entonces los "Y..." "Ehhhh..." buscando escapar a dicha situación. Lo que propone desde este espacio El Director de cine Marcelo Mosenson, es evitar estas muletillas y dejarnos llevar por lo que surge. La improvisación viene a rescatarnos del abismo borrascoso en el que a diario quedamos entrampados.

Evitar actuar. No se refiere a la acción sino a la teatralización. Contar historias, propias o inventadas.El trabajo se da sobre relaciones interpersonales y la comunicación transversal.


 En nuestra vida cotidiana vivimos actuando, y más allá de algunos casos particulares,todos vamos interpretando diferentes roles conforme a los lugares donde nos movemos. En el escenario, dice Marcelo debemos lograr una autenticidad que nos permita actuar sin teatralizar, para poder convencer al público y lograr que empatice con el personaje, más allá de si lo que estamos contando sea verdad o no.
Para actuar no hace falta hablar de algo real, sin embargo, si lo real aflora se puede llevar a otro lugar y lograr credibilidad. Deberíamos
evitar pensar en las emociones que pueden aflorar a priori, uno empieza a contar una historia, sin saber exactamente hacia a dónde se quiere llegar, para eso se nos hace imprescindible confiar en nuestros compañeros: escucharlos.
La escucha es importante para conectarse con el otro y lograr algo interesante.

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