Más allá de un café, de Marcelo Mosenson

Literatura|Reseñas

Mas allá de un café



La primera vez que leí el título “Más allá de un café” pensé que se trataba de una novela romántica y poco llamó mi atención, porque no suelo leer mucho este género, aunque lo respeto y valoro pues tengo muchas amigas que escriben excelentemente bien dentro del género romántico y romántico erótico.
Pero mi curiosidad pudo más y leí la sinopsis; descubriendo así, que lejos de lo que había imaginado en un principio, me había topado con un relato que invitaba desde la primera línea a que el lector ingrese en el mundo del personaje o mejor aún nos invita a entrar en su mente, logrando que transitemos junto a él una búsqueda desesperada por senderos de tinte filosófico existencial.
Hubo algo que al comenzar a leerlo me descolocó bastante: el pasaje casi esquizo del narrador que oscilaba entre la primera y la tercera persona sin ningún miramiento ni condescendencia con el lector. Pero cuando logré comprender hacia dónde esperaba conducirnos, me quedé inmensamente extasiada y poco a poco fui incorporando en mí ese singular modo de relatar que habla claramente de la creatividad del escritor.

Partiendo de una pregunta simple realizada por el mozo del café "Dumas" de París
-donde se haya nuestro querido personaje-, surge un mundo de interrogantes, una catarata de ideas y emociones que lo dejan en un estado de total vulnerabilidad y desamparo. Y dei mismo modo en el que todos buscamos que la salida a ese estado de angustia, provenga de afuera - ya sea en forma de abrazo, palabra de afecto o un simple llamado-, nuestro personaje también espera: sin comprender que eso que busca afuera está en él; de este modo, sentado en aquel bar, aguarda con ansiedad el llamado de la bella Juliette, una mujer con la que compartió siete días de amor apasionado en la ciudad de Lisboa.
El autor recorre la historia sufriente de su personaje que no comprende y se rebela ante la idea de que se le haya arrebatado su derecho a ejercer su rol de padre, que se plantea una y otra vez de manera dolorosa la creencia de haber engendrado un hijo con la mujer equivocada, quien luego de la separación decidió evitar por todos los medios posibles e impensables que pudiera tener contacto con su pequeño.

Mientras en su interior una avalancha amenaza con derribar todos sus valores, creencias y elecciones vividas durante sus cuarenta años, el mozo tan solo espera por una respuesta simple, a lo que él consideró una simple pregunta: “¿Qué desea?”
Lejos de ser simple, aquella pregunta llevó a nuestro querido personaje a bucear por las profundidades de su ser, tratando de atravesar el abismo existencial que lo estaba convocando, sin abismarse en el intento.

No me quedan más que palabras de agradecimiento hacia Marcelo Mosenson, creador de este hermoso libro por su generosidad y valentía. Es un relato conmovedor que nos puede llevar a identificarnos desde distintos lugares, escrito con un amor infinito por la vida y sus misterios.


Flor Moreno

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